EDIFICIO DE CIENCIAS EN LA UNIVERSIDAD DE COLUMBIA - RAFAEL MONEO

Edificio de Ciencias en la Universidad de Columbia
https://www.worldarchitecturenews.com/article/1506553/moneo-crossroads

    En el análisis constructivo del edificio de Ciencias en la Universidad de Columbia en NY desarrollado por la Revista Tectónica, podemos encontrar como Rafael Moneo junto a Moneo Brock Studio crearon un proyecto espectacular de vasta complejidad debido una gran suma de factores que se enfrentaron como son el contexto urbano e histórico, el programa y  la estructura. 

Imagen de Columbia University and Morningside Heights By Michael V. Susi
    Las prioridades de Moneo se presentan en la forma como se aborda el proyecto, donde prima la importancia de conectarse con la ciudad, además de respetar la proyección del arquitecto Charles McKim quien fue el responsable en la construcción del Campus cien años atrás, “pese a la presión del cliente para explotar al máximo la ocupación y altura permitidas por la normativa” (pg4). El volumen de Moneo creará así continuidad y conservará “la pauta dada en el proyecto original, relativa a los vacíos entre los edificios, separándose el nuevo volumen de sus vecinos y quedando exento” (pg2). De la misma forma se aprovecharon los vacíos para conectar el edificio con los edificios de Física y Química, creando así nuevos puntos de paso desde la calle al interior de la universidad; un edificio permeable. Adicionalmente, se enfrentaron a mantener en funcionamiento al gimnasio de competencias durante la construcción, y el cual obligaría a la estructura poseer un a vano no menos de 36.5 metros, haciendo que el proyecto se comportara como un puente y torre a la vez.

 
    La conexión entre los edificios de Física y Química hicieron que no solo funcionara como un “puente” entre estos, sino que a su vez se crearan espacios que funcionarían para sus propios fines e interdisciplinares. De la misma manera contaría con un programa complejo y mixto: aulas, laboratorios, biblioteca, puestos de lectura, oficinas y una cafetería pública. “Resultando un edificio de gran compacidad, característica ya en la obra de Moneo, quien la ha definido como la capacidad de “moverse con libertad en espacios cerrados”, sin recurrir a la fragmentación.” (pg5). Es así como se puede entender el edificio como versátil, flexible y compacto, donde el programa se funde en él, y se crea una relación imperceptible desde lo público a lo privado.

   
    Dados los parámetros anteriores, y que además “las instalaciones están íntimamente ligadas al planteamiento estructural” (pg7).  se concluyó que la estructura debía partir de dos modelos principales: la viga en celosía y el entramado tubular, que por un lado le permite a la estructura actuar como “puente” resistiendo cargas verticales, mientras que el arriostramiento sobre la malla reticular resistiría las cargas horizontales funcionando como “torre”.  Durante este proceso se desarrolló un análisis estructural donde se determinaron los modelos ya mencionados por su ligereza y eficiencia; la optimización de materiales, costos y distribución de cargas, de la misma manera se usó un “software” como apoyo que permitiría generar directrices y reglas dadas por el calculista; algoritmos. Asimismo, se generaron etapas que fijarían las distintas condiciones para el desarrollo de la estructura; un análisis estructural dinámico. En palabras de Moneo “en cierto modo, en Columbia se hace coincidir un cierto entendimiento de la arquitectura desde lo pintoresco, desde lo diverso y variado, con la aceptación de aquello que es la estructura dictada por la necesidad. Porque la estructura es el punto de partida.” (pg16).

Fábrica de chocolates Menier en Noisiel-Sur-Marne
http://www.arquitecturaenacero.org/

    Finalmente, la estructura se convirtió en el gesto determinante del proyecto, representando la relación de la estructura con la fachada, “cuyas leyes fueron determinadas por los ingenieros” (pg18); el muro cortina. El primer referente fue la fabrica de chocolates Menier en Francia, donde la estructura se rellenó con ladrillos y permitiría que esta fuera un elemento decorativo a su vez. Sin embargo, los costos de las técnicas artesanales son muy elevados, por lo cual se opto por materiales y técnicas más contemporáneas y de menor costo; un revestimiento “cladding”. Así fue como el muro cortina optaría por aletas de aluminio paralelas a los elementos del marco, creando una geometría tipo mosaico resultante de los efectos de la luz y sombra, dando una textura profundidad y estriada, y gracias al material le daría una noción de ligereza. Además, la fachada al interior del campus revelaría el funcionamiento del edificio por ser hecha en su mayoría en vidrio enfatizando la conexión con el mismo.

    Luego de haber analizado el edificio de Ciencias, podemos entender como Moneo es un maestro a la hora de entender las necesidades y problemáticas a las cuales se enfrenta el proyecto; contexto urbano e histórico, el lugar, el programa, la estructura, entre otros, y es gracias a estos estudios los que darán las pautas para llegar a soluciones claras y efectivas. Además, la incorporación de tecnologías y practicas es clave, sin embargo, Moneo no permite que estas controlen el proyecto. Comprender su arquitectura es como armar un rompecabezas, donde cada pieza encaja perfectamente para crear un todo, sin adherir elementos innecesarios, asimismo, cada pieza tiene un significado; una necesidad que cumplir. Es increíble como desde la función, el proyecto se convierte una arquitectura sublime, y que a diferencia de arquetipos como el de Frank Gehry, Rafael Moneo explota la arquitectura desde adentro, y que la armonización de todos los elementos hacen de ella una arquitectura de espectáculo.



REFERENCIAS:
Edificio de Ciencias en la Universidad de Columbia en Nueva York: Rafael Moneo Vallés con Belén Moneo y Jeffrey Brock 
Diego García-Setién Terol; Michael Moran (fot.)
Tectónica: monografías de arquitectura, tecnología y construcción

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